En vísperas de culminar un semestre más. ¿Índice de aprobación = aprendizaje adquirido?
Una concepción del aprendizaje en múltiples contextos vitales, requiere replantearse los paradigmas cognitivos cartesianos. En efecto, el paradigma cartesiano que supone una rígida separación sujeto-objeto es ya obsoleto para entender una ciencia que afirma cada vez más, el valor de lo subjetivo y que es en ese sentido no cartesiana.
Es el mismo Emmanuel Kant (1725-1804), quien también dando una justificación teórica al realismo empírico propio de la Ciencia Newtoniana clásica, en la “Crítica de la Razón Pura”, cae en cuenta que tal impostación llamada “realismo-empírico” procedía de una actitud histórica que no tenía valor absoluto y en efecto escribe:
“Hasta ahora se ha sostenido que todo el conocimiento debería
uniformarse a los objetos…De ahora en adelante se podría buscar de
descubrir sino pudiésemos hacer de otra manera…si partimos del
aserto de que los objetos deberían uniformarse a nuestra cognición”.
Esta inversión conceptual, preanunciada por Kant es ahora el nuevo fundamento de la construcción cognitiva contemporánea.
El aprendizaje significativo surge cuando el alumno, como constructor de su propio conocimiento, relaciona los conceptos a aprender y les da un sentido a partir de la estructura conceptual que ya posee. Este puede ser por descubrimiento o receptivo. El aprendizaje significativo a veces se construye al relacionar los conceptos nuevos con los conceptos que ya posee y otras al relacionar los conceptos nuevos con la experiencia que ya se tiene.
“El aprendizaje significativo se da cuando las tareas están relacionadas de manera congruente y el sujeto decide aprenderlas.”
La concepción constructivista del aprendizaje y de la enseñanza se organiza en torno a tres ideas fundamentales:
1. El alumno es el responsable último de su propio proceso de aprendizaje. Es él quien construye el conocimiento y nadie puede sustituirle en esa tarea. La importancia prestada a la actividad del alumno no debe interpretarse en el sentido de un acto de descubrimiento o de invención sino en el sentido de que es él quien aprende y, si él no lo hace, nadie, ni siquiera el facilitador, puede hacerlo en su lugar. La enseñanza está totalmente mediatizada por la actividad mental constructiva del alumno. El alumno no es sólo activo cuando manipula, explora, descubre o inventa, sino también cuando lee o escucha las explicaciones del facilitador.
2. La actividad mental constructiva del alumno se aplica a contenidos que ya poseen un grado considerable de elaboración, es decir, que es el resultado de un cierto proceso de construcción a nivel social.
Los alumnos construyen o reconstruyen objetos de conocimiento que de hecho están construidos. Los alumnos construyen el sistema de la lengua escrita, pero este sistema ya está elaborado; los alumnos construyen las operaciones aritméticas elementales, pero estas operaciones ya están definidas; los alumnos construyen el concepto de tiempo histórico, pero este concepto forma parte del bagaje cultural existente; los alumnos construyen las normas de relación social, pero estas normas son las que regulan normalmente las relaciones entre las personas.
3. El hecho de que la actividad constructiva del alumno se aplique a unos contenidos de aprendizaje preexistente condiciona el papel que está llamado a desempeñar el facilitador. Su función no puede limitarse únicamente a crear las condiciones óptimas para que el alumno despliegue una actividad mental constructiva rica y diversa; el facilitador ha de intentar, además, orientar esta actividad con el fin de que la construcción del alumno se acerque de forma progresiva a lo que significan y representan los contenidos como saberes culturales.
Aprender un contenido implica atribuirle un significado, y en la selección, organización de la información y en el establecimiento de las relaciones hay un elemento que ocupa un lugar privilegiado: el conocimiento previo pertinente que posee el alumno en el momento de iniciar el aprendizaje.
El alumno viene “armado” con una serie de conceptos, concepciones, representaciones y conocimientos, adquiridos en el transcurso de sus experiencias previas, que utiliza como instrumento de lectura e interpretación y que determinan qué informaciones seleccionará, cómo las organizará y qué tipos de relaciones establecerá entre ellas. Si el alumno consigue establecer relaciones sustantivas y no arbitrarias entre el nuevo material de aprendizaje y sus conocimientos previos, es decir, si lo integra en su estructura cognoscitiva, será capaz de atribuirle significados, de construirse una representación o modelo mental del mismo y, en consecuencia, habrá llevado a cabo un aprendizaje significativo.
Condiciones necesarias para que el alumno pueda llevar a cabo aprendizajes significativos:
- El contenido debe ser potencialmente significativo, tanto desde el punto de vista de su estructura interna (es la llamada significativilidad lógica, que exige que el material de aprendizaje sea relevante y tenga una organización clara) como desde el punto de vista de la posibilidad de asimilarlo (es la significabilidad psicológica, que requiere la existencia en la estructura cognoscitiva del alumno, de elementos pertinentes y relacionables con el material de aprendizaje)
- El alumno debe tener una disposición favorable para aprender significativamente, es decir, debe estar motivado para relacionar el nuevo material de aprendizaje con lo que ya sabe. Se subraya la importancia de los factores motivacionales.
Estas condiciones hacen intervenir elementos que corresponden no sólo a los alumnos – el conocimiento previo – sino también al contenido del aprendizaje- su organización interna y su relevancia- y al facilitador – que tiene la responsabilidad de ayudar con su intervención al establecimiento de relaciones entre el conocimiento previo de los alumnos y el nuevo material de aprendizaje.
El aprendizaje del alumno va a ser más o menos significativo en función de las interrelaciones que se establezcan entre estos tres elementos y de lo que aporta cada uno de ellos al proceso de aprendizaje.
“Percibir es asimilar estímulos dándoles un significado…lo que hace la mirada es inventar posibilidades perceptivas en las propiedades reales del estímulo. Esto es la mirada creadora.”
Q.F.B. Flor María Estrada Quezada.
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